En líneas generales, una embarcación de recreo es aquella que se emplea con fines deportivos o de ocio. Estos barcos pueden ser de distinto tipo según la forma de su casco, su orza o su tonelaje, pero por lo general se caracterizan por valerse de dos medios de propulsión distintos: vela o motor.
No obstante, si hacemos referencia al casco las embarcaciones de recreo se dividen en unicasco y multicasco (mejor conocidos como catamaranes y trimaranes). Si atendemos a su orza, por otro lado, podemos encontrar dos clases de barcos: los de orza fija y los de orza abatible.
Tal como mencionamos anteriormente, estas embarcaciones (también denominadas yates) sólo están destinadas al esparcimiento y a diversas actividades deportivas. A pesar de que no pueden emplearse como medio de transporte (tanto de carga como de pasajeros) o para llevar a cabo pesca de tipo comercial, la realidad es que sí es posible lucrar a través de los barcos en cuestión cuando son alquilados por terceros.
Más allá del tipo de barco o de los propósitos por el cual se lo utilice, es muy importante tener en cuenta que no cualquier persona puede pilotar una embarcación de recreo. Existen ciertos requisitos para dirigir veleros, lanchas a motor y yates. Se trata de un reconocimiento médico y de un examen, tanto teórico como práctico.
En este caso en particular, describiremos con más detalles dichas condiciones, con el objetivo de que los interesados en adquirir un yate pronto puedan informarse al respecto.
En España, la licencia que autoriza a las personas a conducir embarcaciones tanto a motor como a vela se denomina «Titulación Deportiva de Patrón de Embarcación de Recreo» (también conocida como PER).
Cabe mencionar que este permiso es uno de los maś solicitados por parte de los españoles, dato que no resulta nada curioso si se considera que dicho país dispone de más de 100 mil plazas de amarre y alrededor de 320 puertos deportivos repartidos a lo largo de sus costas.
Para obtener esta licencia, que permite pilotear barcos que lleguen hasta doce metros de eslora y que no se alejen más de doce millas de la costa, es necesario tener 18 años o más (aunque los jóvenes de 16 o 17 años pueden sacarla con autorización de sus padres). También hay que pasar una prueba teórica, un examen práctico y una revisión médica.
El examen teórico, el cual es tipo test, consiste en un total de 75 preguntas. Estos interrogantes tratan sobre tecnología naval, seguridad, navegación, comunicaciones, balizamiento e incluso meteorología. Es importante tener en cuenta que hay un margen de error de tan sólo 22 preguntas. Además de esto, es imposible dejar de lado que los aspirantes a dirigir embarcaciones de recreo deben llevar a cabo prácticas básicas de seguridad y navegación a motor.
Si se desea dirigir barcos a motor, se deben realizar cuatro prácticas de cuatro horas cada una. Por su parte, quienes quieren obtener la licencia para manejar embarcaciones de motor y vela tienen la obligación de hacer cinco prácticas de vela de cuatro horas cada una.